SANTANDER: UNA ESCAPADA PERFECTA

Hola a todos!!

Este invierno tuve la oportunidad de escaparme un fin de semana a la ciudad de Santander. La verdad es que había estado ya hace mucho tiempo y la recordaba preciosa, y no me decepcionó en absoluto. Una ciudad tranquila, limpia, muy cuidada, que vive de cara al mar y con una gastronomía increíble.

Quizás el Palacio de la Magdalena sea de lo más conocido de la ciudad, no en vano pues es un edificio precioso. Pero además, en la península de la Magdalena se encuentra también el monumento a Félix Rodríguez de la Fuente, las tres carabelas (pertenecientes al Museo de la Marina) utilizadas por el navegante cántabro Vital Alsar para rememorar el viaje de Francisco de Orellana en el Océano Pacífico y un pequeño zoo gratuito donde se pueden observar patos, pingüinos y focas.


En el centro, os recomiendo pasear por el archiconocido Paseo Pereda y tapear por los bares que hay en los alrededores del mercado del este. Pinchos muy muy ricos a muy buen precio!

Playa del Sardinero con la Península de la Magdalena al fondo

Faro de Cabo Mayor

Faro de la isla del Mouro

Centro de Santander

Edificio del Banco de Santander

Paseo de Pereda

Playa del Sardinero, Península de la Magdalena y Faro de la isla del Mouro

Fotografías: Belén Silves Reneo

En cuanto al alojamiento, os recomiendo el Hotel Chiqui (clic). Está situado al final de la Playa del Sardinero y casi todas sus habitaciones tienen vistas al mar. El personal es encantador y el precio bastante razonable. Estuvimos tan agustito aquí que cuando se terminaron las vacaciones tuvimos una pequeña depresión postvacacional. Así que, en cuanto pueda, ¡vuelvo!


¡¡Hasta el viernes!!