Hola a todos!
La semana pasada vimos algunas obras de
arte contemporáneo y algunos lectores me comentaron que, a veces, no les resulta comprensible este tipo de arte o que, simplemente, no les gusta. Por eso hoy he decidido ofreceros algo más suave y que creo, que os va a gustar a todos sin excepción. Me refiero a la obra escultórica de
Rodin. Hace ya algunos años la Fundación Mapfre organizó una exposición excepcional del artista y espero podamos disfrutar muy pronto de otra exposición similiar en Madrid.
Rodin revolucionó para siempre la
escultura moderna. Vivió ese momento de profundas transformaciones y fue uno de los artistas que más decididamente plantó cara a las necesidades de cambios y modernización de una escultura que estaba anquilosada, anclada en el academicismo. Constituye así un punto de partida para
nuevos planteamientos, a la vez que representa a la perfección el punto de llegada de una larga tradición que arrancaba en el Renacimiento. Así, puede considerarse el último gran escultor, marcando la transición entre los talleres decimonónicos y las vanguardias históricas.
Así que, para empezar bien la semana y poder comprender algún día obras más complejas, qué mejor que conocer el
origen del cambio. En estas esculturas se aprecia la fascinación de Rodin por el cuerpo desnudo. El trazo, la línea, el volumen o la superficie son las armas a través de las que el artista recupera la carnalidad del
cuerpo humano pero ahora, desde un punto de vista nuevo, como por ejemplo, la perspectiva aérea influencia de la fotografía.
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Torso de Adèle, 1878. Yeso. Musée Rodin, París |
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Soy bella. El rapto, 1885. Yeso. Musée Rodin, París |
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Bañista quitándose la camisa / Bañista con trípode, 1898. Bronce Musée Rodin, París
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Pareja: dos mujeres abrazadas. Yeso Musée Rodin, París |
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El beso, ca. 1882. Yeso. Musée Rodin, París |
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Mujer en cuclillas, ca. 1881-1882. Yeso. Musée Rodin, París |
Fotografías: Fundación Mapfre
Que tengáis un buen lunes!
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